jueves, 17 de junio de 2010

El Fracaso de la Guerra Contra el Crimen.


Después del discurso televisado del martes 15 de junio, Felipe Calderón ha manifestado una vez mas su firme compromiso con el pueblo mexicano en lo que el como otros anteriormente, han denominado la guerra frontal contra el crimen organizado.
Es curioso que lo mencione después de los múltiples tropiezos que el gobierno federal ha tenido en la materia. Para nadie es un secreto que la corrupción se manifiesta como arteria principal del sistema político mexicano, mientras que el crimen organizado funciona en perfecta armonía simbiótica con la Autoridad.
La intensa actividad operativa demuestra una gran capacidad organizativa de carácter internacional que difícilmente pudiera ser concebida sin una mínima participación del poder estatal.
Pese lo anterior no se puede decir que el Gobierno de México conforme a su ideología conservadora no ha actuado en consecuencia. Más de 45 mil efectivos de la Policía Federal han sido desplegados por toda la República y otros tantos miles de soldados y marinos que ya monitorean y deambulan armados por nuestras calles.
En cuanto al presupuesto, el gobierno calderonista no ha escatimado recursos en armarse, solo para este año juntos, Secretaria de Seguridad Publica y de la Defensa Nacional recibieron 74,344 millones de pesos. Además de los casi 500 millones de dólares recibidos de parte del Gobierno de los Estados Unidos para armamento y preparación de policías y militares, convirtiéndose así México en una autentica zona de guerra.
Aunado a esto la legislación ha sufrido modificaciones; debemos recordar que hace poco mas de un año durante el auge de la influenza humana fueron aprobadas modificaciones a la ley que permiten a los aparatos de coerción el escuchar y grabar conversaciones desde la calle, el monitorear llamadas en celulares, y otros tantos poderes y atribuciones policiacas que amplifican el control gubernamental sobre la ciudadanía, misma que según ellos, siempre es sospechosa y proclive a cometer alguna actividad criminal.
Generalmente existe en la población un sentimiento de sentirse mas protegida en virtud de cuantos policías y hoy militares, se encuentran en nuestras calles; sin embargo, esta forma de prevención del crimen no ha arrojado los resultados esperados, en si no hay formula que pueda demostrar que a mayor vigilancia menor crimen, como pretenden vendernos los ideólogos conservadores amantes bizarros de la ley y el orden, los cuales hoy pretenden legitimar la militarización y un Estado policiaco.
Tanto la política de cero tolerancia y la creación de nuevos métodos disuasorios del crimen son promovidas y ciertamente apoyadas por los políticos, debido principalmente, a que en gran medida son compatibles con los procedimientos ya existentes, además de que dan la impresión de estar trabajando a favor de nuestra seguridad.
No obstante dichos procedimientos permiten tanto a las distintas corporaciones policiacas, como también a militares, la libertad de interpretar y por lo tanto de actuar según su juicio frente a cualquier situación que les cause sospecha. Tal es así que desde que comenzó la gestión del actual gobierno federal son constantes y se han incrementado los casos de violencia donde se han transgredido los derechos humanos, incluso se ha llegado a asesinar a gente sin vinculo con actividades ilegales.
La contradicción resulta evidente, por una parte el gobierno este año ha incrementado su presupuesto con el fin de combatir de forma eficaz a la delincuencia; mientras por la otra, ha condicionado un incremento en los impuestos en un 2 % sobre el consumo, si es que estamos de acuerdo en que se invierta en sus insuficientes programas sociales.
Desde las altas esferas, la clase política, los del poder económico, en si aquellos que podemos considerar como los incluidos de este sistema, parecen mostrar una total indiferencia a la relación que existe entre la insatisfacción de la necesidades creadas y el crimen. Es de hacer notar también el incremento de la pobreza frente al enriquecimiento desmedido de las elites. Frente a este escenario, y de forma cotidiana vemos por nuestras calles transitar convoyes de policías militarizados y militares con funciones policiacas.
Aun así los índices de criminalidad aumentan y las políticas de los aparatos represivos de control provocan un desplazamiento de los posibles “blancos” de la delincuencia organizada. Hoy los suburbios de los más favorecidos se encuentran en lo que podemos denominar “burbujas de seguridad” mientras los barrios bajos son territorio de pequeñas y grandes bandas del crimen organizado.
A casi cuatro años del gobierno calderonista y su famosa guerra contra el crimen, es evidente que los resultados son nulos, y en contraste vivimos en un estado guerra perpetua, subyugados a la política de seguridad del vecino del norte, los Estados Unidos.
Sabiendo esto ya no me sorprende el bombardeo de los anuncios y discursos televisados que nos intentan convencer de los magníficos resultados del Estado policiaco y militarizado, solo viene a mi cabeza aquella frase de las pesadillas orwellianas, donde un gobierno totalitario intenta convencer a un débil, timorato y atomizado pueblo de que “la guerra es la paz”.

jueves, 10 de junio de 2010

El Gobierno Criminaliza la Juventud, la Asesina y merma el Futuro de Nuestro País.

Con saña la Policía Estatal Preventiva mata a joven en motocicleta. ¡Que desgracia!, para la familia, para sus amigos; y sin embargo en los medios tan solo ocupo un pequeño espacio, un lugar mas entre cientos de noticias que nos hablan de políticos y autoridades incompetentes y una sociedad mexicalense que se aproxima al abismo por las canalladas y abusos del poder. Y es que a principios del mes de mayo un muchacho de nombre Jesús Andrés Félix Pereda fue asesinado por los llamados “pepos” por no atender a sus indicaciones de detenerse, motivo suficiente según ellos, para darle muerte al joven. Muchas son las versiones del lado de la autoridad, se maneja la posible culpabilidad de Jesús, pero en México no es legal la pena de muerte y mucho menos sin un proceso penal que lo declare culpable. No es de extrañarse que tales injusticias sucedan en nuestro país, la policía suele criminalizar a la población y especialmente a la juventud que vive en los barrios y colonias populares por su condición, seguramente otra cosa seria si se hubiera tratado del junior de algún político a alta velocidad. Es así que de forma fría y como si no se tratara de otro ser humano los oficiales de nombre Yean Ru Deal Martínez y Abraham Olvera Hernández, que en los posteriores exámenes “antidoping” resultaron positivo en cocaína, resolvieron de forma inhumana aventarle la camioneta encima, pereciendo Jesús Andrés al instante. No es la primera vez que la Policía Estatal Preventiva se ve involucrada en casos de abuso hacia la ciudadanía es muy común que estos pelafustanes entren a las casas sin ordenes de cateo, que revisen sin aparente causa a algún transeúnte por el simple hecho de parecer sospechoso o que propinen alguna golpiza a quien resista sus atropellos, la mayor de las veces son las clases populares quienes resienten estos actos de injusticia, hoy han llegado al colmo, han asesinado, quedando esto como siempre en la impunidad. Esta corporación que fue creada sin ningún fin específico ha sido mantenida a pesar del alto costo que representa para el pueblo. Además no es raro ver como sus agentes se vinculan a la delincuencia. En realidad su “política de cero tolerancia” no es otra cosa que una justificación para actuar de forma autoritaria. En México se dice que hay un Estado de Derecho, donde nuestras garantías como individuos son protegidos por la Autoridad; sin embargo ¿qué pasa cuando es la misma autoridad la primera en violentar nuestros derechos? Nada, no pasa nada. Desde la televisión, el periódico o la radio el Presidente, el Gobernador o algún otro alto funcionario cacaraquean el mencionado Estado de Derecho, la verdad es que en nuestro país solo hay justicia para quien puede comprarla, y esos son los del dinero; mientras que para el pobre solo queda el azote o el ser confinado en una sucia celda. No es de extrañar tampoco que en los medios de comunicación se hable de los altos índices de delincuencia, de la inseguridad que reina en nuestras calles, y que al mismo tiempo se calle el aumento de la pobreza, la insuficiencia de nuestro salario, la inatención del gobierno ante las demandas sociales, y las muchas carencias que resiente el pueblo, queriendo ignorar que la desigualdad social es el principal factor que motiva esta situación de inseguridad. Pero así sucede, en México el gobierno prefiere gastar millones y millones de pesos en armar a sus policías y militares que gastar un peso en el bienestar popular. Es una vergüenza ver una súper policía con carros del año y alto equipamiento, cuando la mayoría de la población sufre privaciones. Como también lo es el no haber castigado a los culpables de la muerte de Jesús Andrés Félix Pereda, de la cual responsabilizamos a Guadalupe Osuna Millán como jefe del ejecutivo estatal y al Secretario de Seguridad Publica por no haber actuado en consecuencia. Una policía militarizada como la PEP no tiene que andar en las calles sin funciones especificas. Si las injusticias se hacen ley, el pueblo debe poner un Alto y tomar la desobediencia civil como un deber, ante esto es necesaria la autodefensa, si nos tocan a uno nos tocan a todos.

¡Basta de criminalizar a la juventud y a la población de las zonas populares!

¡Contra la Represión Policiaca, Solidaridad de Los de Abajo!

¡El pueblo no tiene que seguir soportando tales atropellos!

¡Ninguna Agresión sin Respuesta!

¡Fuera PEP de Nuestras Calles!

El Gobierno Mexicano declara la Guerra al Pueblo Cucapa.

¡Indignación! ¡Rabia! ¡Impotencia!. Tal es sentimiento que nos invade al conocer la historia de injusticia y despotismo que ha sufrido el pueblo Cucapa. Una vez mas el gobierno se ha ensañado con estas personas que lo único que quieren es seguir viviendo de acuerdo a sus usos y costumbres, que por lo demás son más antiguos que cualquier Gobierno opresor que quiera imponerse sobre estas tierras. Y es que el Gobierno mexicano prefiere defender las especies que se reproducen en el Delta del Rio Colorado a permitir la legítima subsistencia de la etnia Cucapa. Por lo mismo el pasado mes de mayo fueron detenidos en la zona del Alto Golfo los compañeros Emilio Hurtado Valenzuela y José Antonio Guerra Hurtado cuando transportaban solo uno de los pescados conocidos como totoaba, que por error se había enredado en uno de sus “chinchorros”. Esta por demás decir que esta especie no es pescada por las Cooperativas del pueblo Cucapa, que el accidente sucedió fuera de la zona núcleo, y que la pesca se hace de manera responsable y sustentable. En el trayecto de los días los compañeros han sufrido graves ofensas a sus tradiciones y costumbres, y sin haber hecho una indagatoria mucho mas profunda se les ha condenado a 9 años de prisión. No hay que olvidar que en México la justicia solo existe para quien puede comprarla, en este caso y como si se tratara de grandes criminales la sentencia fue pronta y expedita. ¡Así se debería tratar a los grandes criminales, a los que roban al pueblo! Pero no, los poderosos se han querido ensañar, y no es la primera vez. Cuantas historias no vienen a nuestra cabeza, los han querido tratar de narcotraficantes, los han extorsionado infinidad de veces, y aun esta fresca en la memoria la vez que el ejército le apunto en el vientre a una mujer Cucapa embarazada. Es que desde 1993 el gobierno mexicano le ha declarado la guerra a este digno pueblo, obstaculizándoles la pesca al mismo tiempo que permite a las grandes empresas y corporaciones pesqueras la extracción de miles y miles de toneladas de pescado en la misma zona donde los Cucapas realizan su pesca de manera casi artesanal. Las amenazas han ido de menor a mayor grado, lo que en un principio eran intimidaciones por parte de la PROFEPA, hoy ha llegado a ser una ocupación militar del Alto Golfo llegando incluso a la obstrucción del libre transito de la población Cucapa en la zona. A estas alturas parece claro que el Gobierno le estorba la etnia, y no es para mas toda la zona del Golfo representa enormes riquezas que como verdaderos bandidos disputan políticos y grandes empresarios turísticos, al mismo tiempo que nuestros gobernantes a través de sus cuerpos armados sirven a intereses ajenos a la verdadera nación mexicana, a nosotros mismos. No son las especies en vías de extinción lo que le interesa a la Autoridad, son los miles de millones de pesos que representan las tierras colindantes a la zona del Mar de Cortes y mucha gente estorba en sus maquiavélicos planes y uno de esos grupos sociales son los Cucapas. El gobierno de Felipe Calderón en complicidad de todos los partidos políticos ya ha elaborado su proyecto, pretenden vender al país a quien pueda comprarlo. Y para eso han sacado el ejercito a las calles, la militarización se ha hecho parte de nuestra vida cotidiana como si estuviéramos en guerra, y en efecto el gobierno mexicano ha declarado la guerra; guerra contra la gente trabajadora y honesta, contra gente digna que prefiere vivir libre o morir en la lucha con tal de dejar de ser esclavos, el pueblo no debe agachar mas su frente ante tantas injusticias, es hora de no quedarse callado. Por que ya hemos perdido mucho, no esperemos a que nos arrebaten a uno de los nuestros como les sucedió a el pueblo Cucapa, por que si nos tocan a uno nos tocan a todos.

¡Liberación Inmediata de los Presos Emilio Hurtado Valenzuela y José Antonio Guerra Hurtado!

¡Alto a la Represión al Pueblo Cucapa!

¡Por la Solidaridad de todos los Oprimidos!

¡Fuera el Ejército de Nuestras Calles!