lunes, 11 de octubre de 2010

Hablando de Desigualdad Social: clases y pobreza en México.


En el trabajo anterior decía que el problema de las clases era insuficiente para explicar de forma completa los cambios en la sociedad; sin embargo, esto no implica el que esta cuestión quede relegada a un segundo plano en el debate de la desigualdad y el conflicto en la sociedad.
En si las clases representan parte fundamental en la explicación de los conflictos sociales, y el hecho de la perdida de identidad de clase, puede estar mas determinada por una nueva configuración y delimitación de las clases que por el hecho de la desaparición de las mismas.
Como consecuencia inmediata debemos considerar una perdida de capacidad de las organizaciones de los trabajadores, específicamente de los sindicatos, los cuales han dejado de lado una lucha de clases frontal por una actitud timorata y complaciente ante el poder de la clase gobernante y los dueños del dinero. Así el viejo obrerismo, herencia monolítica de los socialismos, se encuentra desde hace mucho tiempo en una ideología que se mantiene en franca retirada
Hay que comprender que el conflicto clasista, basado en la dimensión ideológica, se ha desfigurado y en su lugar la lucha social se ha diluido en múltiples querellas que no representan del todo la vieja polarización burgueses- proletarios.
Al parecer la fragmentación de las luchas en diversos sectores oprimidos caracteriza el conflicto en las sociedades posmodernas, por lo menos desde el 68; sin embargo, esto no quiere decir que la cuestión de las clases no influya en la concepción de intereses surgidos por la posición en la producción.
De lo anterior tres hechos son de resaltar; primero, que los trabajador manuales han tenido una disminución en numero y no logran distinguirse del todo del resto de los trabajadores; segundo, un crecimiento desmedido del lumpen proletariado debido principalmente a las políticas inestables del neoliberalismo; y por ultimo, una importancia creciente a los factores de genero, etnia y edad.
Sin remitirme del todo a la historia política económica del capitalismo, pienso que es importante enmarcar el problema de las clases y la pobreza por lo menos en dos etapas fundamentales en la relación Estado- Capital; hablo del Estado de Bienestar (welfare State) y el Neoliberalismo.

Estado de Bienestar.
Situado en una línea de tiempo podemos ubicar el Welfare State desde los 50s hasta aproximadamente el año del 77, con una aumento de la población de clase media y un fortalecimiento de la clase trabajadora; así como un incremento en la movilidad social.
El Estado de bienestar, puede ser caracterizado por una acción gubernamental de carácter paternalista. Esto implica una intervención del gobierno para la creación de seguridad y servicios sociales, además de una política de pleno empleo y sobre todo un compromiso gubernamental en educación, salud, vivienda, etc.
Lo anterior puede hacernos pensar sobre la bondad de las elites hacia las masas; no obstante, el reconocimiento de los derechos civiles, políticos y sociales han costado la vida de millones de personas, siempre con la reticencia de los del poder político y económico, los cuales no los otorga de forma abierta y los condiciona como una manera de obtener el voto de las mayorías.
En este sentido podemos decir que las desigualdades se han desdibujado en el ámbito político, esto puede abrir de nuevo el viejo debate entre la vieja escuela marxista y anarquistas sobre la posibilidad de lograr una emancipación social por medio de la toma del poder estatal. Si el marco jurídico beneficia en el papel a la totalidad, entonces ¿qué puede lograrse ya por medio de la acción política?
Mi opinión es que todo aquello que se hubiera podido obtener dentro del régimen capitalista ya ha sido conquistado, cualquier paso hacia delante significaría modificar el actual régimen social en su conjunto, además dicha praxis revolucionaria ha demostrado su fracaso. Pero volvamos al tema que nos ocupa.
No cabe duda que el Estado de bienestar sirvió de manera adecuada para salir del atolladero en que se había hundido el mundo capitalista, en su momento facilito una reproducción del sistema sin mayores contradicciones; con una mano de obra sana y bien formada logro la aceptación del capitalismo por la clase trabajadora de aquellos años, y se presentaba como una buena alternativa ante los totalitarismo del llamado comunismo “real” de extracción bolchevique.
El caso de México resulta ser de los primeros países que pone en practica medidas de bienestar sin cambiar del todo el modelo económico; durante el sexenio de Lázaro Cárdenas se puso en marcha un modelo corporativista de bienestar, el cual era financiado por la empresa y el estado en base a la labor del trabajador.
Tal fue el legado del “tata” Lázaro que puso los fundamentos de un país donde los gobiernos subsecuentes se erigían como cabeza de familia y por lo tanto, se adjudicaban la potestad de poner en cintura a sus hijos gobernados cuando estos se inconformaban o no seguían la línea gubernamental.
Durante años por lo menos hasta 1982, se llevaron este tipo de políticas donde no solo se protegía a la clase trabajadora, sino también a los empresarios de la industria, el comercio y los servicios.
Como vemos una de las características del paternalismo estatal consiste en la construcción de compromisos interclasistas, lo que dio pie al crecimiento y empoderamiento de las burocracias sindicales en detrimento de la autonomía obrera; y a una severa subyugación de la clase trabajadora a los intereses de la clase política y burguesa, lo que a la postre seria factor importante en la perdida de conciencia de clase de los trabajadores mexicanos.

Neoliberalismo: las pautas de la globalización.
El neoliberalismo impuesto al mundo desde 1979, viene a ser fundamental como política económica en el marco histórico social dentro del cual debemos comprender el problema de las clases y la pobreza en la actualidad.
Podemos decir que el neoliberalismo es un capitalismo salvaje, mismo que ha dejado atrás las medidas proteccionistas del Estado, y a la vez este acaba por deshacerse de actividades estratégicas para dar paso a la privatización. Para la población en general hay problemas de abasto de alimentos y artículos de primera necesidad, al mismo tiempo que se reduce la movilidad social.
Y es que en general existe un deterioro en la calidad de vida y la seguridad económica a raíz de la crisis internacionales, aunado a esto podemos mencionar una gradual desaparición de las clases medias.
El neoliberalismo implica de igual forma una lucha frontal contra los organismo de la clase trabajadora, de los sindicatos el que no es cooptado se le desaparece, de igual forma la tendencia es reducir los derechos laborales e intensificar la sobre explotación laboral por medio de la flexibilización de las jornadas de trabajo y de las propias prestaciones.
Recordemos que no hace mucho el gobierno federal suprimió la Compañía de Luz y Fuerza del Centro con la finalidad de acabar con su sindicato el SME. Igualmente la contrarreforma laboral amenaza con destruir las conquistas históricas de los trabajadores arrancadas con sangre y sudor a los capitalistas, aunque debo decir que esto seria tan solo la legitimación legal de algo que ya sucede en la practica, cada vez vemos mas trabajos los cuales no ofrecen las mínimas prestaciones de ley y donde es común que se realicen despidos injustificados.
En México a raíz de la crisis económica heredada del sexenio de López Portillo y el excesivo endeudamiento, el FMI exhorta a al gobierno mexicano a que cambie el rumbo de la política económica, es decir, las medidas que aplica el Estado en la economía y que están encaminadas a satisfacer intereses de ciertas minorías.
Es así que desde 1982 el país inicio su camino en políticas neoliberales, las cuales en un principio, especialmente en el régimen salinista dieron cierto resultado para sanear la administración publica; sin embargo, todo vino a derrumbarse y a develar el verdadero carácter de lo que implicaba este nuevo rumbo.
Desde la devaluación y la tremenda crisis de 1994 y la jugosa negociación de TLC que represento para las elites económicas y políticas, se inicio una devacle en la economía del país.
En casi treinta años de políticas neoliberales hemos visto el aumento excesivo de la deuda, así mismo la dependencia con el exterior especialmente con los Estados Unidos se ha ido exacerbando, hoy existe una total dependencia alimenticia, tecnológica, y económica.
Hoy el país es gobernado desde los organismos financieros como el FMI, la OMC entre otros, así mismo a raíz de la Iniciativa Mérida emanado del Acuerdo para Seguridad y el Progreso de America del Norte, nos hemos convertido en aliado militar y policíaco del bloque Estados Unidos, Canadá y Colombia, y lo que esto implica convertirse en paso y base de fuerzas armadas extranjeras.
Lo anterior nos puede dar un panorama exiguo pero revelador de la situación de México, el cual como país capitalista y dependiente se encuentra viviendo una reconfiguración de lo que anteriormente reconocíamos como Estado- Nación. Esto nos inserta a la dinámica global de bloques políticos y económicos que se dotan de instrumentos jurídicos, como en este caso el TLC y el ASPAN, mismos que podrían ser la base para una nueva forma de gobierno de carácter multinacional.

Las Clases Sociales.
La sociedad en la actualidad ha llegado a pensar que el debate de las clases esta terminado, muchos teóricos de la posmodernidad han concluido que dicha realidad ha dado paso a una multiplicidad de conflictos que no pueden entenderse desde una perspectiva teórica de las clases sociales.
Y en parte tienen razón; no obstante, estos teóricos no pueden echar bajo el tapete la suciedad que se esconde bajo este sistema de desigualdad que es el capitalismo. Las clases funcionan de una forma integral al modo de producción capitalista y se configuran por una ordenación económica que tiene que ver con la propiedad y su lugar en la producción, entre otros factores.
En si este problema debe ser abordado no con una perspectiva que pueda encuadrar la realidad social en esquemas cerrados. Más bien debemos comprender la dinamica en la que estamos imbuidos como sociedad y reconocer que la categorización de las clases no son sino abstracciones hechas para comprender y explicar la jerarquización en el capitalismo.
Siendo así es necesario, como ya dije en el trabajo anterior, incluir en el análisis algunos factores de la sociología comprensiva tales como el prestigio y los ingresos; esto nos puede indicar en un momento el grado de aceptación social que presentan los estratos de acuerdo a su ocupación.
A partir de aquí podemos comenzar por clasificar la jerarquía social, el materialismo histórico reconoce la existencia de dos clases, burgueses y proletarios; tal división ha estado desde entonces presente en el discurso revolucionario, por lo tanto conlleva una connotación ideológica.
Podemos o no aceptar dicha clasificación, lo cierto es que estas clases esconden dentro de si un entramado de relaciones sociales que pueden subdividir la pirámide en una infinidad de estratos.
De acuerdo a esto podemos hablar de una burguesía (clase alta) que se subdivide en una elite y una burguesía propiamente dicha, la diferencia estriba en que los primeros establecen relaciones exclusivas entre si, emparentados principalmente por su origen y herencia patrimonial; mientras los segundos, tan privilegiados como los primeros suelen considerarse como miembros de este estrato social en virtud de su ingreso y son por lo general grandes empresarios, acaudalados financieros, altos ejecutivos, artistas de moda y millonarios futbolistas que engalanan las alfombras del espectáculo capitalista. Aquí figuran los Slim, los Garza Sada, los Azcrraga, los Salinas, entre otros.
La clase media, consideradas como la pequeña burguesía, misma que tiene una influencia notable en la política, puede considerarse como la clase gerencial o profesional de la sociedad.
Mas abajo esta la clase trabajadora, la cual se constituye en proletariado en función de la toma de conciencia de su explotación, estos ya no pueden ser considerados como el estrato con ocupaciones manuales, hoy han aparecido empleos de cuello blanco o intelectuales, que transforman del todo el panorama que en el pasado se tenia sobre la constitución de la clase trabajadora. También es de recalcar que aun y los grados de explotación a los que son sometidos, en algunos casos estos han logrado accesar a niveles de cierto bienestar que antes no gozaban los trabajadores.
Después viene un estrato el cual se encuentra como una subclase, la cual contiene en si misma toda aquella población marginada y excluida social, política y económicamente, me refiero al lumpen proletariado.
Desdeñada por el marxismo como un producto de la putrefacción de las capas mas bajas del proletariado, estas son personas que sobreviven entre de forma precaria entre el subempleo y el desempleo, en la época del neoliberalismo va en franco aumento, la razones parecen estar entre un aumento entre la inmigración y la falta de derechos para estas personas y los altos índices de desempleo, así como el auge del subempleo
Como vemos no es tan fácil como decir ustedes son los burgueses, nosotros lo proletarios, ellos nos explotan y dominan y nosotros somos tan solo los oprimidos. Para Bakunin la explotación se extiende a lo largo y ancho de la jerarquización en virtud de una guerra social emanada de las contradicciones de intereses en la estructura social. Así la explotación, se produce tanto de forma vertical como horizontal en la pirámide.

Pobreza en México.
La pobreza se encuentra en el centro de todo sistema de desigualdad social como lo es el capitalismo. La pobreza puede dividirse en pobreza relativa, la cual se refiere a las necesidades no satisfechas en comparacion del resto de la sociedad; y la pobreza absoluta, la cual se presenta como una privacion de recursos que pone en peligro la existencia de las personas.
Podemos hacer una analogia entre lo que explicaba anteriormente sobre la division de las clases sociales de acuerdo a la riqueza obtenida en su conjunto.
Por ejemplo, en Mexico existen mas de 80 millones de personas que viven en condiciones de pobreza, un poco mas de 64 millones viven en pobreza relativa y pueden ser considerados miembros de la clase trabajadora; el resto de esta poblacion, es decir 16 millones de mexicanos viven en condiciones de extrema pobreza (lumpen y pequeños campesinos), con un ingreso de menos de 20 pesos al dia, y en su conjunto reciben el 1.1% de la riqueza generada a nivel nacional.
En comparacion, existe una poblacion de más de 15 millones que pueden considerarse de clase media y una cantidad similar de población rica la cual concentra 40% de los ingresos del país. Y algo aun más indignante es el hecho de que solo 10 familias en Mexico acumulan el 10% de los ingresos nacionales.
Tal desigualdad es producto de años de políticas neoliberales en nuestro país, donde los ricos son aun más ricos y son menos, y la pobreza va en aumento, tanto en poblacion como en la limitación de la riqueza distribuida.
A esto debemos añadir que existen grupos sociales a los cuales las políticas neoliberales han contribuido a su marginación. Principalmente en nuestro país dichas políticas han afectado a la juventud, a poblacion indígena y a las mujeres.
Parece ser que la juventud esta siendo uno de los grupos mas afectados por la polarización de la riqueza, en Mexico de los 30 millones de jóvenes menores de dieciocho años mas de 4 millones sobreviven en pobreza absoluta, mientras mas de 12 millones lo hacen bajo condiciones de pobreza relativa.
A estas cifras debemos añadir, según algunos investigadores, 100 mil jóvenes que se adhieren, los cuales no estudian, ni trabajan. Parece que el futuro de la poblacion juvenil se dirige hacia al abismo, el hecho es que el 90% de los hijos de las familias jornaleras migrantes no asisten a la escuela.
Lo anterior, resulta ser un caldo de cultivo para una descomposición social ya en marcha, el gobierno mexicano no puede satisfacer las necesidades de la poblacion, y las consecuencias están a la orden del dia, el abaratamiento de la mano de obra por un aumento en el ejercito de reserva laboral da pie a un incremento de la pobreza y al mismo tiempo esta poblacion es vulnerable a convertirse en carne de canon de actividades delictuosas, como el narcotráfico.
De igual forma las minorías étnicas sufren privaciones de distinta naturaleza; en nuestro país existe una poblacion indígena de alrededor 6 millones 800 habitantes, de los cuales mas de 5 millones viven en condiciones de pobreza extrema.
Sin duda el panorama no es nada alentador, después de 200 años una lucha por la independencia y una revolución, la poblacion indígena de este país es el eterno perdedor de la situación social, a la condición de pobreza se le debe añadir la discriminación y los malos tratos por parte del poder político, ante lo cual la opresión y explotación se torna multifactorial.
Sin embargo, no hay que olvidar que los conflictos sociales que emergieron en los 90s a partir de los levantamientos indígenas, vinieron a reactivar los movimientos sociales en Mexico y ha imprimir una nueva forma de ver las luchas muy alejada de los rancios esquemas de la vieja izquierda política
La feminización de la pobreza es un tendencia al aumento de esta condición entre las mujeres; existen distintos factores que contribuyen a la propagación de este fenómeno, al parecer se han identificado mayor vulnerabilidad en mujeres solteras y divorciadas, en pensionadas, con salarios bajo y las que tienen bajo su cuidado a otras personas ya sea niños o adultos mayores.


Conclusión.
Como vemos lejos de aminorarse las desigualdades en la sociedad, esta camina cada vez más hacia una polarización y hacia la precariedad. La estimación que tenia Marx sobre una creciente depauperizacion bajo el régimen capitalista parece que se cumple a pie cabal.
La solución paternalista había de cierto aminorado esta cuestión; sin embargo, la contrarrevolución neoliberal, vino a echar abajo todas las esperanzas que se tenían de vivir con un cierto bienestar, aunque con paliativos legales que enmascaraban la explotación.
La producción de bienes y un acceso al consumo durante años funciono como una condicionante para la clase trabajadora y en general para todas las clases oprimidas, para desfigurar ante su conciencia los factores de la explotación. La creciente alineación y reificación sirvió de base entonces, como factor determinante para la aceptación de las medidas neoliberales impuestas desde finales de los 70s.
En este contexto nuestro país entra a la dinámica neoliberal como un país capitalista dependiente, la insistencia de los gobiernos por insertarnos a las exigencia del mercado mundial desde De la Madrid hasta nuestros días, no son si no la expresión de los intereses de la burguesía nacional y las pretensiones avariciosas de los llamados “mundialistas”.
De cierta forma el gobierno funcionaba hasta antes de 1982 como mediador entre las clases, aunque siempre con una preferencia sobre los del dinero y una actitud de pavor frente a todo lo que oliera a revolución. Hoy el gobierno federal funge esencialmente como fuerza represiva al servicio del poder económico nacional e internacional, y de forma grosera focaliza la problemática social para maquillar las cifras oficiales.
En medio de discursos que nos hablan de la terrible situación de inseguridad y descomposición social que atraviesa el país, la creciente pobreza y el desempleo son caldo de cultivo para el reclutamiento de personas al servicio del narcotráfico y los “escuadrones de la muerte” formados por la burguesía para protegerse. Frente a esto no existe una alternativa libertaria que tenga como objetivo la edificación de relaciones comunitarias que nos permitan salir del atolladero.
La solución lopezobradorista con el viejo discurso burgués-nacionalista de luchar por la soberanía nacional no representa el fin de la opresión y explotación, sino tan solo el cambio de amos. Atenco, Oaxaca, los municipios autónomos zapatistas, etcetera; son claro ejemplo de la respuesta socialdemócrata frente a aquellas experiencias que se proponen la construcción de una sociedad liberada de la dominación del hombre por el hombre.
A dos años que se realicen elecciones en nuestro país los partidos políticos se presentaran una vez mas con el discurso de que ahora si acabaran con la pobreza, cada cual con sus propias formas, pero sin tocar el propio sistema que permite y reproduce la desigualdad.
El reto entonces para la multitud excluida va mas allá de salir a votar por aquel que le permita accesar a mínimos niveles de confort, el reto estriba en la construcción comunitaria de alternativas autónomas y la territorializacion de dichas experiencias.
Así frente a los discursos de izquierdistas que hablan de la independencia, la reforma, la revolución, y la expropiación petrolera, el desafío presente de los oprimidos y una necesidad imperante de liberación social que niegue las clases y las desigualdades, estriba en la lucha contra el binomio Estado-capital basadas primordialmente en la creación de zonas autónomas y autogestivas y el empoderamineto de los sujetos que las componen.